[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_shadow=»none» width=»1/1″ tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid»][vc_column_text]Columna de opinión de socios de la Cámara Chileno Brasileña.
Las opiniones de este espacio son de responsabilidad del autor de la nota y no representan a la Cámara.
Disponibles versiones en español y en portugués[/vc_column_text][vc_column_text]
Comercio exterior: Brasil post Bolsonaro
Fuente: idealex.press
“El elector de Jair Bolsonaro espera para Brasil en los próximos años que con políticas públicas de países como Chile, sea posible devolver al brasileño la calidad de vida que un día tuvo en sectores como educación, salud y entretención…”
Jair Messias Bolsonaro es el nuevo Presidente de Brasil. Con el 55,1% de los votos válidos, el candidato del PSL (Partido Social Liberal) fue elegido en la segunda vuelta, venciendo al candidato del PT (Partido de los Trabajadores) Fernando Haddad.
Entre muchas preocupaciones de los brasileños que no votaron por Bolsonaro -y también algunos que votaron-, está el mantenimiento del crecimiento económico del país, aún víctima de las crisis políticas causadas por los últimos gobiernos y la corrupción, que creció a niveles galopantes entre empresas públicas y privadas, dejando un agujero sin proporciones antes vistas.
De acuerdo con la opinión del economista Ricardo Amorim, en columna para el periódico Gazeta do Povo de Sao Paulo la semana pasada, el nuevo Presidente se va a encontrar con un país en crecimiento y con generación de empleos, pero va a tener que meter los pies al barro para resolver el gran problema que mantiene ese crecimiento a niveles mínimos: las cuentas públicas.
Amorim plantea que las reformas serán necesarias, especialmente la de la previsión, acabando con privilegios y beneficios heredados de un pasado que ya no es sostenible. Reformar las leyes tributarias también es un punto urgente, después de todo, la generación de empleos sólo se mantiene con la reducción del costo de la producción, lo que necesita incentivos fiscales para suceder.
Las acciones propuestas por Bolsonaro concuerdan con lo que dicen, no sólo Ricardo Amorim, sino también otros expertos en economía nacional e internacional. En el plan de gobierno de Jair Bolsonaro, en lo que se refiere a la economía, una de las principales propuestas es la privatización o extinción de estatales. Según el presidente electo, la idea es reducir el pago de intereses, que costaron 400,8 mil millones de reales en 2017, con la venta de activos públicos.
Con relación a la reforma de la previsión, defiende la implantación de un modelo privado de capitalización del sector en el país, modelo que puede tener como base el de Chile.
Como propuesta para el sistema tributario del país, el programa habla en unificar impuestos y simplificar el sistema de recaudación de tributos. Una de las promesas es reducir gradualmente los impuestos, por medio de la eliminación y unificación de tributos, “paralelamente al espacio creado por control de gastos y programas de desburocratización y privatización”.
El asesor económico de Bolsonaro, Paulo Guedes, que debe asumir como ministro de Economía, dijo en conversación con inversionistas que la intención es crear una alícuota única del 20% en el Impuesto a la Renta, que pasaría a incidir sobre quien gana por encima de cinco salarios mínimos.
Con relación a política exterior, el nuevo presidente defiende que el Ministerio de Relaciones Exteriores necesita estar al servicio de valores que siempre se asociaron al pueblo brasileño. El otro frente, dice el programa, será fomentar el comercio exterior con países que puedan agregar valor económico y tecnológico a Brasil, como Estados Unidos.
En el ámbito regional, el plan de Bolsonaro prevé profundizar la integración “con todos los hermanos latinoamericanos que estén libres de dictadura” y países “sin sesgo ideológico”. Sobre el Mercosur, afirmó que no se puede “jugar para el alto” el acuerdo. “Lo que no se puede es continuar usando acuerdos como ese en función de intereses ideológicos como el PT ha hecho”, criticó.
Ya está decidido que la primera visita al exterior del nuevo presidente electo será a Chile, país que tiene a Brasil como primer socio comercial en América Latina.
Existen algunos números interesantes. Chile es el segundo socio comercial de Brasil en América del Sur. En el año 2017, el intercambio comercial bilateral alcanzó los 8.500 millones de dólares, un alza del 22%. De enero a septiembre de este año, el comercio entre los dos países sumó US $ 7,21 mil millones, expansión de más del 13% con relación al mismo período de 2017. Brasil es el principal destino de las inversiones chilenas en el exterior, por un total de 31.000 millones de dólares, de acuerdo a informaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.
La elección del país para ser el primero a ser visitado también fue motivada por la buena relación que mantiene ambos presidentes, siendo que el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, fue el primero en felicitar a Jair Bolsonaro por su victoria, invitándole a visitar cuándo asuma el cargo.
Esta condición de amistad entre los dos países viene para fortalecer los lazos en un momento muy propicio, considerando la pronta firma un Acuerdo de Libre Comercio que tratará de temas de naturaleza no arancelaria, como comercio de servicios; comercio electrónico; telecomunicaciones; medidas sanitarias y fitosanitarias; obstáculos técnicos al comercio; facilitar el comercio; propiedad intelectual; y micro, pequeñas y medianas empresas.
Entre las primeras medidas, Brasil y Chile se comprometieron a eliminar el cobro de roaming internacional para datos y telefonía móvil entre los dos países. El acuerdo prevé, además, la incorporación de otras medidas ya firmadas recientemente, como los protocolos de compras públicas y de inversiones en instituciones financieras.
“Será la primera vez que Brasil asume, en acuerdo bilateral de comercio, compromisos en materia de comercio electrónico, buenas prácticas regulatorias, transparencia en anticorrupción, cadenas regionales y globales de valor, género, medio ambiente y asuntos laborales”, dijo el representante del Ministerio de Relaciones Exteriores al reportaje del G1.
Una estabilidad económica como la chilena es lo que el elector de Jair Bolsonaro espera para Brasil en los próximos años, apostando que con políticas públicas de países como el gobernado por Sebastián Piñera, sea posible devolver al brasileño la calidad de vida que un día tuvo en sectores como educación, salud y entretención.
La relación Chile-Brasil siempre ha sido muy buena, comparada con las relaciones de ambos países con sus vecinos de frontera, lo que nos deja a todos los brasileños que viven y hacen negocios en Chile con una buena sensación de que en los próximos años esa relación podrá crecer y cada vez más estaremos fortaleciendo lazos sociales y económicos importantes para el desarrollo de América Latina como un todo.
* Raquel Frattini es abogada brasileña, titulada por la Pontificia Universidad Católica de Campinas – São Paulo en el año 2003, con título reconocido por la Corte Suprema de Chile. Desde mayo de 2014 está a cargo del Brazilian Desk del estudio Chirgwin Larreta Peñafiel, donde también es asociada internacional.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line» custom_height=»20″][vc_column_text]
Chile – Brasil post Bolsonaro
Fuente: migalhas.com
Raquel Frattini
A relação Chile – Brasil sempre foi muito boa, comparado com as relações de ambos países com seus vizinhos de fronteira, o que nos deixa a todos os brasileiros que vivem e fazem negócio no Chile com uma boa sensação de que nos próximos anos essa relação poderá crescer e cada vez mais estaremos fortalecendo laços sociais e econômicos importantes para o desenvolvimento da América Latina como um todo.
quarta-feira, 7 de novembro de 2018
Jair Messias Bolsonaro é o novo presidente do Brasil. Com 55,1% dos votos válidos o candidato do PSL (Partido Social Liberal) foi eleito no segundo turno, vencendo o candidato do PT (Partido dos Trabalhadores), Fernando Haddad.
Entre muitas preocupações dos brasileiros que não votaram por Bolsonaro, e também alguns que votaram, está a manutenção do crescimento econômico do país, ainda vítima das crises políticas promovidas pelos últimos governos e da corrupção que cresceu a níveis galopantes entre empresas públicas e privadas, deixando um buraco sem proporções antes vistas.
De acordo com a opinião do economista Ricardo Amorim para a Gazeta do Povo essa semana1, o novo presidente vai se encontrar com um país em crescimento e com geração de empregos, porém, vai ter que por a mão na massa para resolver o grande problema que mantém esse crescimento a níveis mínimos que são as contas públicas. Amorim plantea que reformas serão necessárias, especialmente a da previdência, acabando com privilégios e benefícios herdados de um passado que não é mais sustentável. Reformar as leis tributárias também é um ponto urgente, afinal, a geração de empregos somente se mantém com a redução do custo da produção, o que necessita de incentivos fiscais para acontecer.
As ações propostas por Bolsonaro vêm de encontro ao que dizem, não somente Ricardo Amorim mas também, outros expertos em economia nacional e internacional. No plano de governo de Jair Bolsonaro, no que diz respeito a economia, uma das principais propostas é a privatização ou extinção de estatais. Segundo o presidente eleito, a ideia é reduzir o pagamento de juros, que custaram R$ 400,8 bilhões em 2017, com a venda de ativos públicos. Em relação à reforma da previdência, defende a implantação, no país, de um modelo privado de capitalização do setor, modelo que pode ser espelhado no do Chile. Como proposta para o sistema tributário do país, o programa fala em unificar impostos e simplificar o sistema de arrecadação de tributos. Uma das promessas é reduzir de forma gradativa os impostos, por meio da eliminação e unificação de tributos, «paralelamente ao espaço criado por controle de gastos e programas de desburocratização e privatização». O assessor econômico de Bolsonaro, Paulo Guedes, que deve assumir como ministro da economia, disse, em conversa com investidores, que a intenção é criar uma alíquota única de 20% no imposto de renda, que passaria a incidir sobre quem ganha acima de cinco salários mínimos.
Em relação a política externa, o novo presidente defende que o Ministério das Relações Exteriores precisa estar a serviço de valores que sempre foram associados ao povo brasileiro. A outra frente, diz o programa, será fomentar o comércio exterior com países que possam agregar valor econômico e tecnológico ao Brasil, como os Estados Unidos. No âmbito regional, o plano de Bolsonaro prevê aprofundamento da integração “com todos os irmãos latino-americanos que estejam livres de ditadura” e países «sem viés ideológico». Sobre o Mercosul, afirmou que não se pode “jogar para o alto” o acordo. “O que não pode é continuarmos usando acordos como esse em função de interesses ideológicos como o PT fez”, criticou2.
Já está decidido que a primeira visita ao exterior do novo presidente eleito será ao Chile, país que tem o Brasil como primeiro parceiro comercial na América Latina. Alguns números interessantes, o Chile é o segundo principal parceiro comercial do Brasil na América do Sul. Em 2017, o intercâmbio comercial bilateral alcançou US$ 8,5 bilhões, alta de 22%. De janeiro a setembro deste ano, o comércio entre os dois países somou US$ 7,21 bilhões, expansão de mais de 13% em relação ao mesmo período de 2017. O Brasil é o principal destino dos investimentos chilenos no exterior, com estoque de US$ 31 bilhões, de acordo a informações do Ministério de Relações Exteriores brasileiro.
A escolha também foi motivada pela boa relação que mantém ambos presidentes, sendo que, o presidente do Chile, Sebastián Piñera, foi o primeiro a felicitar a Jair Bolsonaro por sua vitória, convidando-o a visitar o país depois de sua posse.
Essa condição de amizade entre os dois países vem para fortalecer os laços em um momento muito propício, considerando a pronta assinatura um Acordo de Livre Comércio que tratará de temas de natureza não tarifária, como comércio de serviços; comércio eletrônico; telecomunicações; medidas sanitárias e fitossanitárias; obstáculos técnicos ao comércio; facilitação de comércio; propriedade intelectual; e micro, pequenas e médias empresas. Entre as primeiras medidas, Brasil e Chile comprometeram-se a eliminar a cobrança de roaming internacional para dados e telefonia móvel entre os dois países. O acordo prevê ainda a incorporação de outras medidas já firmadas recentemente, como os protocolos de compras públicas e de investimentos em instituições financeiras.
«Será a primeira vez que o Brasil assume, em acordo bilateral de comércio, compromissos em matéria de comércio eletrônico; boas práticas regulatórias; transparência em anticorrupção; cadeias regionais e globais de valor; gênero; meio ambiente; e assuntos trabalhistas», afirmou o representante do Ministério de Relações Exteriores à reportagem do G13.
Estabilidade econômica como a chilena é o que o eleitor de Jair Bolsonaro espera para o Brasil nos próximos anos, apostando que, com políticas públicas espelhadas em países como o governado por Sebastián Piñera, seja possível devolver ao brasileiro a qualidade de vida que um dia teve em setores como educação, saúde e lazer.
A relação Chile – Brasil sempre foi muito boa, comparado com as relações de ambos países com seus vizinhos de fronteira, o que nos deixa a todos os brasileiros que vivem e fazem negócio no Chile com uma boa sensação de que nos próximos anos essa relação poderá crescer e cada vez mais estaremos fortalecendo laços sociais e econômicos importantes para o desenvolvimento da América Latina como um todo.
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