En el transcurso de 2023, el escenario de las exportaciones de vino chileno ha experimentado un cambio significativo, con Brasil consolidándose como el principal destino de estas exportaciones, superando a mercados tradicionalmente fuertes como China. Este cambio de liderazgo se produce en un año particularmente desafiante para la industria vitivinícola chilena, que ha visto una disminución sin precedentes tanto en volumen como en valor de sus exportaciones de vino embotellado.

La disminución generalizada en las exportaciones de vino embotellado alcanzó el -21% en comparación con el año anterior, retrotrayendo el volumen exportado a cifras vistas hace 15 años, con un total de 42,2 millones de cajas y un retorno económico de 1.234 millones de dólares. Este declive, que afectó a competidores globales de Chile en diversos grados, estuvo influenciado por múltiples factores, incluidos los efectos continuos de la pandemia, problemas logísticos, un entorno internacional adverso, el exceso de oferta y la competencia con otras bebidas alcohólicas.

A pesar de este contexto adverso, Brasil se destacó no solo superando a China en términos de volumen y valor, sino también demostrando una resiliencia relativa frente a la tendencia descendente global. Los envíos de vino chileno a Brasil alcanzaron los 7 millones de cajas, equivalentes a 172,7 millones de dólares, lo que representa el 17% del volumen total y el 14% del valor de las exportaciones de vino embotellado de Chile. Aunque también se registró una caída en este mercado (-7,9% en volumen y -6,7% en valor respecto a 2022), estos números son una clara indicación de la importancia creciente de Brasil como destino clave para el vino chileno.

El análisis de los precios promedio por destino revela diferencias significativas entre mercados, con Francia alcanzando el precio promedio más alto por caja (246 dólares), seguido por China (36,9 dólares) y Canadá (32,6 dólares). Aunque varios mercados mostraron un aumento en sus precios promedio respecto a 2022, incluidos China, Holanda, México, Francia e Irlanda, otros como Estados Unidos y Canadá experimentaron descensos.

Las exportaciones en otros formatos también enfrentaron dificultades, con disminuciones en los vinos a granel, espumantes y envasados, resultando en una caída total del -18% en volumen y -20% en valor en comparación con el año anterior. Este panorama plantea un desafío para la industria, aunque las perspectivas para 2024 sugieren una recuperación gradual del mercado.

La posición de Brasil como líder en la importación de vinos chilenos es un fenómeno notable que refleja cambios en las preferencias y dinámicas del mercado internacional. A medida que la industria vitivinícola chilena busca superar los obstáculos presentados en 2023, la relación comercial con Brasil podría desempeñar un papel crucial en la estrategia de recuperación y crecimiento futuro. La adaptabilidad y la búsqueda de mercados emergentes, como lo demuestra el auge de Brasil, serán esenciales para navegar en un entorno global cada vez más competitivo y fluctuante.

Fuentes: Wines of Chile y WIP.cl